Sunday, June 01, 2014

Un día de furia

   
"Así estoy yo, estoy en la otra cara de la Luna, incomunicado y todo el mundo tendrá que esperar hasta que aparezca."
Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quieren conocer partes esenciales de la trama de la película.
Bill Foster, un ciudadano de Los Ángeles angustiado por su situación personal, abandona su coche en un atasco de la autopista y se va caminando hasta la casa de su ex-mujer, para celebrar el cumpleaños de su hija. Por el camino se topara con diferentes situaciones a las que responderá siempre con violencia, sembrando así el caos a lo largo de la ciudad. El detective Prendergast, en su último día en el cuerpo, intentará atraparle.

DEFENSA
Una película sobre la realidad de nuestro mundo tuvo su origen en el mundo real, cuando el actor y ocasional guionista Ebbe Roe Smith leyó una noticia en el periódico, que contaba como un conductor enloquecido había embestido con su camión a varios vehículos en una autopista, con esa premisa escribió las desventuras D-FENS que dieron cuerpo a Un día de furia (Falling down, 1993).
El guión de Ebbe Roe Smith estuvo circulando por todos los estudios de Hollywood, pero ninguno se atrevió a producirlo. Éste llamó la atención de Arnold Kopelson (El fugitivo, Seven), quien creyó que podría convertirlo en una película para la HBO, pero cuando el guión llegó a manos de Michael Douglas todo cambió, el actor lo consideró uno de los mejores que hubiera leído y se decidió a protagonizarlo bajo la producción de Kopelson para el cine.
Según declaraba el protagonista de Instinto básico, le interesó del guión porque "En primer lugar, vi la historia en relación con la perdida moral que ha sufrido la clase media de nuestro país. Hay personas que creen en los resultados obtenidos a través de un trabajo duro y constante, como D-FENS. Nunca había interpretado un personaje de estas características, y fue una de las primeras cosas que me atrajeron del proyecto. La gente, en general, está intentando encontrar nuevas vías de superación personal, caminos que cambien las cosas. No son caminos tan extremos como los que desarrolla D-FENS, claro, pero todos quieren lo mismo, primero sobrevivir y después prosperar."
El director escogido para hacerse cargo de la película fue un conocido por Michael Douglas, Joel Schumacher, a quien el actor le había producido Línea mortal (1990). Los ejecutivos de la Warner lo consideraron "demasiado agradable" para hacerse cargo del proyecto, pero Schumacher estaba convencido en que quería dirigirlo, de modo que tuvo que venderse ante los ejecutivos para poder llevarse el gato al agua. Una vez a bordo, el director modificó algunos elementos del guión, inicialmente D-FENS salía de su coche y comenzaba su caos violento en plena autopista, pero Schumacher prefirió que eso sucediese al entrar en la tienda del dependiente coreano.
Michael Douglas explicaba de la siguiente forma como desarrolló el personaje de D-FENS "estaba en un supermercado al que había ido durante años y el gerente salió para firmar un cheque. El tenía sobre 40 años, tenía ese pelo, una camisa blanca y lápices. Lo estaba mirando por primera vez y le pregunté cuanto tiempo llevaba trabajando allí. Él dijo 12 años y me di cuenta de que lo había visto muchas, muchas veces y nunca me había fijado en él. Y así es como conseguí el personaje porqué me di cuenta de que él es una de esas personas invisibles a las que no prestamos mucha atención porque no son interesantes para nosotros y por lo tanto les ponemos etiquetas como nerds".
El resto de compañeros de Douglas en su periplo por Los Ángeles fueron Robert Duvall en el papel de Prendergast, el policía decidido a dar caza a D-FENS, Barbara Hershey como la ex-mujer de D-FENS, Rachel Ticotin y Tuesday Weld como la compañera y mujer de Prendergast respectivamente, Frederic Forrest en el papel de un neonazi que se cruza en el camino del protagonista y Raymond J. Barry como el jefe de Duvall.
La película se rodó íntegramente en Los Ángeles, usando famosas localizaciones de la ciudad para emplazar la historia, como el MacArthur Park, Venice Beach o Lincoln Heights. Las escenas de interiores se filmaron en los Warner Brothers Burbank Studios en la misma ciudad.
En medio del rodaje estallaron los famosos disturbios que asolaron Los Ángeles en 1992, que fueron provocados principalmente por el resultado del juicio contra los cuatro policías que agredieron a Rodney King, quienes fueron absueltos por un jurado prácticamente compuesto por gente blanca. La situación llegó a ser tan grave (incendios provocados, la muerte de hasta 54 personas y la intervención de la Guardia Nacional para ponerle fin), que el rodaje tuvo que suspenderse hasta que cesaron los disturbios. Varias de las localizaciones por las que el personaje de D-FENS había pasado, fueron arrasadas por los disturbios. Fue la confirmación de que la película estaba capturando la verdad del momento.
La polémica persiguió a la película en el momento de su estreno. Se formaron piquetes por parte del sector coreano en las entradas de los cines donde se proyectaba la película, éstos creían que Un día de furia daba una imagen negativa de ellos. Una de las causas que dieron pie a los disturbios de Los Ángeles, fue el asesinato de la joven afroamericana Latasha Harlins, a manos de Soon Ja Du, una tendera coreana, quien la disparó en la nuca y recibió una leve sentencia por su crimen. La película, sin pretenderlo, había metido el dedo en la yaga. Schumacher decidió reunirse con los manifestantes, tal y como declaraba el director "hubo un profundo malentendido, del cual no me di cuenta hasta que me reuní con ellos, porque la gente no es consciente sobre el marco de tiempo de la película. Ellos sintieron que la había hecho después de los disturbios, en los cuales se asesinó y abusó de varios coreanos. Les expliqué que yo no lo había hecho y sentí que lo entendieron." De todas formas la Warner canceló el estreno de la película en Corea tras las amenazas de boicot recibidas.
También se sumaron a los piquetes trabajadores de Defensa en paro, según explicaba Schumacher "Porque ellos estaban todos sin trabajo y tenían miedo que la gente viese la película y pensase que todos los trabajadores de Defensa estaban locos y así nadie los contrataría. Pero personas con comportamiento detestable aparecen en películas de todos los ámbitos de la vida. La gente no paró de cometer adulterio después de Atracción fatal. La gente no dejó de subirse a taxis después de Taxi driver. Siento que [las protestas] fueron una buena forma para ellos de conseguir publicidad, porque éstas son las personas que estaban trabajando para defender el país y entonces simplemente fueron arrojados a la calle... Empatizo con ellos. He estado desempleado muchas veces en mi vida y en Hollywood nunca sabes."
Esa polémica ayudó a la película en su carrera comercial, ya que en los EE.UU. llegó a recaudar unos estimables 40.903.593 de dólares. Su presupuesto fue de 25 millones. Aun siendo una de las mejores producciones del año, la Academia se olvidó de ella a la hora de los premios y nominaciones.

VALORACIÓN
Teniendo en cuenta los tiempos que corren, crisis, paro, criminalidad, parece que Un día de furia está más de actualidad que nunca. La película sigue tan vigente como el momento de su estreno y creo que siempre lo estará, porque trata temas universales que se repetirán una y otra vez. Un día de furia es una mirada nada complaciente a la realidad del mundo en el que vivimos, a las entrañas de la sociedad moderna, una desmitificación del american way of life, pero también equivalente fuera de las fronteras de los EE.UU., es un estudio de la psicología del individuo que vive en los países del primer mundo y su descontento por el lugar que ocupa en él. Todos deseamos obtener lo que nos merecemos por nuestro trabajo duro y esfuerzo, pero la sociedad no siempre funciona así y da igual los sacrificios que haya asumido una persona, la recompensa es posible que nunca llegue, eso le pasa a D-FENS, quien tras toda una vida creyendo haber seguido el camino correcto, termina perdiendo a su familia y su trabajo, eso lo saca de sus casillas y se convierte en la (violenta) voz del pueblo.
La película nos coloca una y otra vez en situaciones comunes, en las que alguna vez nos hemos visto envueltos, pero D-FENS sirve como vehículo catalizador y actúa como nosotros no hemos hecho. Es como si el personaje usurpara nuestro lugar, que tomara el control en diferentes momentos de nuestra vida y realizase aquello que nosotros (por civismo) no nos hemos atrevido a hacer. Por eso nos vemos reflejados cuando el protagonista se ofende cuando se siente estafado por el dependiente de una tienda. O más tarde salta por el trato en una hamburguesería y no para de soltar verdades por la boca. Puede que alguna vez nos hayamos encontrado con un homófogo o un racista y nos hubiera gustado hacerle frente. Nosotros nunca hemos explotado y sacado un arma para ponerlos en su sitio, pero en el fondo nos gusta que lo haga D-FENS.
Lo que me encanta del personaje, aparte de que en ocasiones no podemos quitarle la razón, es como en apariencia parece un ser débil, hasta patético, pero como en su interior guarda la mayor de las rabias y resulta de lo más impredecible, como lo demuestra la escena con los hispanos, cuando éstos intentan atracarle, pero nosotros ya hemos visto a D-FENS en la escena anterior con el tendero y sabemos que el peligroso ahí es él, por eso es genial ver como cambia las tornas convirtiendo a los delincuentes en las víctimas y dándoles su merecido.
Según avanza la historia, la escalada de violencia del protagonista es cada vez mayor y del mismo modo éste va progresivamente cambiando de armas, siendo cada una es más peligrosa y letal que la anterior (bate, navaja, ametralladora, bazooka), que reflejan el aumento de su locura y furia.
Lo brillante del film es que todo está contado como un viaje (uno que dura menos de un día, otro gran acierto de la película, que al condensar el tiempo, hace que el ritmo nunca decaiga), el protagonista inicia una odisea para regresar a su hogar, a su antigua vida, el último atismo de felicidad que le queda y para ello debe atravesar la ciudad de Los Ángeles (que se convierte en un personaje más de la película), mientras se va encontrando los retazos de lo que queda de la cultura americana (y casi universal). D-FENS (el hombre sin identidad, que puede ser cualquiera, podemos ser nosotros) despierta del sueño americano y lo que se topa es una sociedad repleta de gente en paro, con los bancos dueños de sus casas, con un aumento de la criminalidad, gastos injustificados del gobierno y con brotes de racismo y homofobia. La película parece tocar todos los temas posibles y es que su espectro es tan amplio, que le permite hablar de todo lo que quiera y seguir funcionando a la perfección, de hecho, creo que eso es lo que la hace funcionar, cuando peor y más oscuro es el retrato que da de la sociedad, mejor es la película.
Todo lo que D-FENS se va encontrando en su viaje es una prolongación de si mismo, un reflejo de su propia personalidad. Desde esa ciudad, que está tan condenada y es tan violenta como él. A esa familia que está haciendo una barbacoa, lo mismo que él desea hacer con la suya, sólo que él ya ha perdido la posibilidad de abrazar esa felicidad. Hasta el hombre que no es económicamente viable (al igual que el propio D-FENS, tal y como relata posteriormente) que va vestido exactamente igual que él y que además es detenido por la policía.
Otro punto que hace grande a esta película es el choque entre los dos personajes principales, D-FENS tiene su reflejo opuesto en el juicioso, amable y bonachón policía que interpreta Robert Duvall. Otro hombre que vive en un falso sueño, pero que no se ha venido a bajo como D-FENS, aun después de haber perdido a su hija, ha sabido hacer frente a la vida y sacar lo mejor que ha podido de ella, una mujer, que aunque inestable, quiere y un trabajo en el que es admirado.
Michael Douglas ofrece una de sus mejores interpretaciones, el actor demostró una vez más que los personajes que mejor le van son aquellos con un lado oscuro y perturbador, su D-FENS es un personaje al margen de todo, un ser inestable, que aun sabiendo que al final lo detendrán, se muestra como una fuerza imparable decidida a poner las cosas en su sitio basándose en su particular código moral. Su excelente caracterización transforman, con muy pocos elementos, a Douglas en un ser diferente (sólo le hace falta un corte de pelo militar, unas gafas, una camisa y una corbata) y el actor brilla en el papel a cada instante. Pese a lo turbio del personaje, consigue que simpaticemos con él, siendo al mismo tiempo el malo y el bueno de la historia. D-FENS ha terminado convirtiéndose en todo un icono. Por su parte Duvall está fantástico en su papel, en contrapartida del personaje de Douglas es lo opuesto de aquel en todo y muestra una gentileza y amabilidad, que hacen de él un personaje de lo más entrañable.
Sorprendentemente Schumacher está a la altura de las circunstancias y realiza una de las mejores películas de su carrera, si no la mejor, manteniendo bien la tensión y dándole un buen ritmo a la historia. Donde además no falta el humor (un niño explicándole a D-FENS como usar un bazooka), los momentos angustiosos (la escena con el neonazi), la violencia (el intento de la banda de hispanos de matar a D-FENS desde un coche), el drama (el protagonista viendo sus videos caseros y dándose cuenta de como destrozó su matrimonio) y la acción (D-FENS volando una obra por los aires).
Un día de furia es una película imprescindible del cine de los 90, de ese cine incómodo que nos habla cara a cara de la realidad. Una molesta voz que nos suelta más de una verdad y cual D-FENS, lo hace por la fuerza. La película claramente habla de una situación determinada de un época determinada, pero el eco de la película nos llega hasta hoy día, su discurso es igual de válido que entonces y eso dice mucho de ella. Guarda en su metraje momentos brillantes y memorables (mi preferido, aquel en el que D-FENS llama a su mujer desde la tienda del neonazi y dice sentirse como los astronautas del Apolo 13, en la otra cara de la Luna) que hacen su visionado, algo casi necesario, no sólo para apreciar una gran obra, si no para entender como funciona nuestro mundo, sobre todo porque puede que algún día no seamos económicamente viables.

Curiosidades:
La canción del grupo Iron Maiden "Man on the edge" está basada en esta película.
Un día de furia ganó el Premio Edgar Allan Poe en la categoría de mejor película.
Robert Duvall, Frederic Forrest y James Keane trabajaron juntos en Apocalypse now (1979).
En la escena en la que los hispanos que intentan matar a D-FENS se estrellan con su coche, puede verse un mural de Cristo en una pared. El mismo mural aparecía también en la película Colores de guerra (1988), protagonizada por Rober Duvall, en la que el actor interpretaba igualmente a un policía.
La dependienta de la hamburguesería es interpretada por Dedee Pfeiffer, hermana de la popular Michelle Pfeiffer.
La canción "London Bridge is falling down" suena en dos ocasiones. Primero cuando Prendergast se la canta a su mujer por teléfono para calmarla y después es la melodía de la bola de nieve que D-FENS compra para su hija. Además Prendergast planea mudarse con su mujer a Lake Havasu donde el Puente de Londres fue trasladado piedra a piedra tras su compra por el millonario Robert P. McCulloch en 1968.
Graeme Revell compuso inicialmente la banda sonora de la película, pero ésta fue rechazada. James Newton Howard lo sustituyó.
En una escena, el detective Brian (Steve Park) dice que no puede traducir al tendero Sr. Lee (Michael Paul Chan) porqué él es japonés y Sr. Lee es coreano. En realidad Park es coreano y Chan es chino.
Sin contar el bate de béisbol, D-FENS nunca usa el mismo arma dos veces.
En la película se dice que D-FENS ronda los treinta y tantos, cuando Michael Douglas hizo la película tenía 47 años.
Michael Douglas considera su interpretación en esta película como su favorita de todas las que ha hecho. Su padre, Kirk Douglas, opina igual.
El guionista Ebbe Roe Smith realiza un pequeño papel en la película, es el hombre que ayuda a Robert Duvall a mover el coche de D-FENS en la autopista.
El videoclip "Walk" de los Foo Fighters está inspirado en esta película.

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